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Anfetaminas

Cuando en la década de los 30 se descubren las anfetaminas se pensó que se había encontrado una droga milagrosa. Rápidamente se comprobó que aumentaba el rendimiento físico e intelectual, que curaba las depresiones, que ayudaba en los planes de adelgazamiento al suprimir el apetito.Anfetaminas Con el paso del tiempo se comenzó a observar que sus efectos a largo plazo eran perjudiciales, particularmente porque producían hábito. La persona que las utilizaba necesitaba progresivamente mayores dosis para conseguir los mismos efectos y comenzaron a descubrirse distintas enfermedades mentales y físicas causadas directamente por las anfetaminas. Actualmente en la medicina su uso está muy limitado a ciertas enfermedades.

Químicamente está relacionada con la adrenalina, hormona estimulante que nuestro organismo libera frente a situaciones de stress como el miedo, la excitación o la actividad física.

La acción principal de las anfetaminas se realiza en el cerebro, la persona se encuentra mas alerta, es capaz de realizar más ejercicio físico, incluso se ha descrito un aumento del rendimiento intelectual. Se han publicado estudios en los que se obtiene un aumento del cociente intelectual de 8 puntos de media.



Prescripción

Las anfetaminas se utilizaron en primer lugar para tratar la narcolepsia, una enfermedad poco frecuente en que el enfermo tendía a dormir continuadamente.

Posteriormente sus usos fueron aumentando y se han utilizado para el tratamiento de la depresión y de la enfermedad de Parkinson así como el tratamiento de la enuresis nocturna y de los niños hiperactivos. En éstas, de forma paradójica, las anfetaminas tienen un efecto calmante que las hace más fáciles de adecuar.

Durante los años cincuenta se utilizaron como anorexígenos, es decir, sustancias que disminuyen el apetito y favorecen la pérdida de peso. Inicialmente se produjo una gran euforia y se prescribían de manera indiscriminada.
Pronto comenzaron a oírse voces de alarma, pero, por desgracia cuando se empezaron a tomar medidas ya había miles de personas adictas a las anfetaminas, especialmente mujeres. Con ellas no se produce la dependencia física como con otras drogas, pero se presentan alteraciones psicológicas importantes si se produce una retirada brusca. Se describe como una caída intensa del ánimo, una fatiga externa y un aumento del apetito y alteraciones del sueño. La consecuencia mas importante es una profunda depresión que se presenta en todos los casos.



Riesgos

En los años 60 se comenzó a desarrollar una aureola entorno a las anfetaminas que terminó convirtiéndola en un rasgo cultural de nuestra sociedad.

Comenzó entonces la elaboración y distribución clandestina en forma de pastillas y también en presentaciones inyectables. Jóvenes inestables. inadaptados, buscaban en las anfetaminas un escape de la sociedad con la que no estaban de acuerdo. Como ha pasado con otras drogas, su precio y sobre todo, su disponibilidad en las farmacias hacía que los adictos en muchos casos se vieran obligados a delinquir.
Las personas que se hacen adictas a las anfetaminas son propendas a desarrollar conductas agresivas y violentas así como a sufrir accidentes. Tienen tendencia a tener bloqueos intelectuales que les provocan diversas clases de alucinaciones. La dependencia crónica puede ocasionar síntomas parecidos a la esquizofrenia.
Los síntomas de intoxicación aguda son dolores de cabeza, temblores, inquietud, locuacidad, arritmias cardíacas, sudoración y alteraciones intestinales. En casos extremos se presentan convulsiones, pérdida de conciencia e incluso hemorragias cerebrales.

 


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